1ero de mayo, una historia abierta

El 1ero de mayo, día internacional de las trabajadoras[1], es una fecha que permite fortalecer con la historia de lucha del pasado, las luchas de nuestro presente. En este fecha hacemos memoria de la gran huelga general del 1 de mayo 1886 en Estados Unidos, en la que participaron más de medio millón de obreras del país del norte, con protestas activas, solidaridad general y movilización masiva, entre trabajadoras migrantes de diferentes orígenes, sexo y etnia, y en la que se consigue imponer a los patrones la reducción de la jornada laboral sin pérdida de salarios. Esto gracias a la fuerza de un movimiento liderado por las anarquistas de la Asociación Internacional del Pueblo Trabajador (IWPA) activas en múltiples organizaciones sindicales y populares.

Hacemos presente la brutal masacre policial contra los trabajadores huelguistas de la fábrica McCormick, el ciego acto terrorista en Haymarket y la campaña de terror racista y anti socialista emprendida por las autoridades norteamericanas tras el hecho, dirigida especialmente contra la militancia anarquista, el sector más activo del potente movimiento obrero de la ciudad de Chicago.

Rememoramos a Albert Parsons, Adolf Fischer, August Spies, Louis Lingg, George Engel, Samuel Fielden, Oscar Neebe y Michael Schwab, líderes obreros anarquistas encarcelados tras este movimiento, así como la enorme campaña internacional de solidaridad con estos militantes impulsada por la lideresa sindical anarquista Lucy Parsons. Recordamos también la dolorosa ejecución  de cuatro de los mártires el 11 de noviembre de 1887.

Revivimos a su vez, la propuesta impulsada por sectores sindicales de base que llevan a la Federación Sindical norteamericana a proponer en el Congreso Obrero y Socialista de 1889, que esta jornada se convierta en un día mundial de protesta por las 8 horas de trabajo y todos los derechos laborales, jornada que en 1890 desencadena una sucesión luchas y huelgas obreras encadenadas por toda Europa Occidental.

Recordamos la campaña de solidaridad realizada con los mártires de Chicago ya en 1887 en Cuba y las movilizaciones de 1890 en la propia Cuba, Uruguay y Argentina, que atan el día de las trabajadoras con la historia de la formación de la clase trabajadora en nuestro continente. Recordamos la gran protesta obrera convocada por las anarquistas de la Federación Obrera Regional Argentina (FORA) y realizada el día de las trabajadoras en 1909 en Buenos Aires que desemboco en la matanza ordenada por el coronel Falcón y el inicio de la huelga general y la llamada semana roja de Buenos Aires, y la protesta de 1913 en México D.F que las artesanas y obreras libertarias de la Casa del Obrero Mundial (COM) realizaron en plena Revolución Mexicana, defendiendo su propios intereses y perspectivas.

Hacemos presente la movilización del 1ero de mayo de 1914 en Bogotá, la primera de su tipo en Colombia, organizada por la Unión Obrera de Colombia (UOC) bajo banderas de autonomía y organización solidaria de las trabajadoras, las conmemoraciones de la década de 1920 influidas de forma decisiva por las organizaciones anarquistas y las múltiples jornadas de lucha hasta el presente. No podemos olvidar el 1ero de mayo de 2005, cuando en la marcha por el centro de la ciudad de Bogotá convocada por las centrales sindicales, fue brutalmente golpeado por varios agentes del Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía Nacional (ESMAD) el joven estudiante de 15 años y participante del bloque libertario, Nicolás David Neira Álvarez, quien como consecuencia de las heridas recibidas, moriría el día 6 de mayo, y cuyo caso se convertiría en un emblema de la represión y la impunidad gubernamental, que debemos mantener bien presente.

Las jornadas del 1ero de mayo, son muestra de la solidaridad generosa que puede desarrollar la clase trabajadora internacional, de la necesaria unión de las trabajadoras residentes y migrantes, de todas las etnias y condiciones sexuales, para conseguir objetivos comunes de justicia y dignidad. De la capacidad de la acción colectiva de las de abajo y de la fuerza que pueden tener las huelgas y las movilizaciones populares, como herramientas para arrancar conquistas al Estado y la burguesía. 

¡Por un 1ero de mayo libertario y en las calles!

¡Arriba las que luchan!

Grupo Libertario Vía Libre


[1] El uso del femenino es intencional, pues nos referimos al término no sexista de personas.

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